El click

Arturo rompe sin querer su saco antes de una cita importante con su jefe, al encontrarse con Lorena en el "lobby" del edificio, le dice que si no tiene un saco de Frankie que ya no use. Lorena no entiende por qué si su familia es "pudiente", tiene que pedirle un saco usado. Arturo le confiesa que son pobres y no tiene dinero para comprarse uno nuevo, por lo que le pide ayuda y se pone a llorar en sus brazos. Lorena decide ayudarlo, pues cree mucho en "decretar". Germán y Pedro al verlos juntos y abrazados, creen que "andan".

Silvita recibe una invitación de parte de una tía para ir a una clínica de fertilidad. Le pide a su amiga que la acompañe, pues piensa que podría tener un bebé.

Lorena le escribe a Arturo las frases que debe repetir para obtener abundancia y le regala un espejo para que se las diga a sí mismo en voz alta: "Arturo, te quiero, te amo, vales la pena".

Silvia se encuentra a Gabriel en la clínica de fertilidad, un antiguo pretendiente que le gustaba mucho.

Doña Magda encuentra en el saco de Arturo la nota de Lorena junto con su espejo y cree que Arturo anda con alguien, por lo que les pide ayuda a Rocko, Alejandra y Morris para consentirlo y no perderlo.

Gabriel invita a Silvia a tomar unos drinks, pero debe cambiar de planes, ya que le canceló la niñera y lleva a sus 4 hijos consigo al depa de Silvita. Sus hijos resultan ser muy traviesos y Gabriel le confiesa a Silvia que está buscando a una mujer que lo acepte con todo y su "tribu".

Al estar medianamente consentido, Arturo cree que sirvió decretar y se escapa para contarle a Lorena. Germán y Pedrito, al ver entrar a Arturo al departamento de Lorena, intentan detener a Frankie de llegar a su casa, al final no pueden detenerlo más a él y a Doña Magda y terminan diciéndoles que "les ponen el cuerno" a ambos, pero todo termina por esclarecerse después.

Silvita le dice a Gabriel que le encantaría volver a verlo a él y a sus niños, pero tiene un largo viaje por hacer. Al final, decide romper la propaganda sobre la clínica de fertilidad y quedarse tal como está